Un año más llega a su fin, el decimoprimero del equipo, y, como toda la sociedad siente, ha sido el más extraño de todos. Comenzó como otro cualquiera, con la ilusión y los nervios de última hora preparando una edición más de la FIRST LEGO League: últimos ajustes, ensayos, maquillajes, rondas de robot y un largo etcétera de detalles que siempre hay que tener en cuenta. Así pasó enero, con algún que otro Escape Room entre medio, y llegó la ansiada fecha señalada por todos, el 15 de febrero en Baluarte. Con un aire nostálgico, nos despedimos de la FLL tras 10 años de desafíos y aprendizaje con muy buen sabor de boca. El equipo defendió y vendió sus singularidades y las de su robot de una forma extraordinaria. ¡No podíamos imaginar que conseguiríamos el único trofeo que nos faltaba, el de desarrollo de robot! Así que, tras la pertinente fiesta de celebración, con una merienda como siempre ha sido tradición, nos propusimos comenzar con los nuevos proyectos: Consumópolis15, el sumo robótico, Tecnociencia y la World Robot Olympiad. Entre tanto, las noticias sobre los problemas que el SARS-CoV-2 estaba causando en China y parte de Asia nos llegaban como algo lejano todavía a finales de febrero. El cómic sobre los peligros de las redes sociales iba tomando forma y las inscripciones para los retos Open y Regular se llevaron a cabo. Mientras tanto, Aitana Esparza concluía su trabajo para el Stockholm Junior Water Prize. 3 años de investigación y desarrollo de su aplicación WaterPrint Calculator que dejaron muy buen sabor de boca a todos. Marzo empezó con el registro de este trabajo y del cómic para Consumópolis y, a mediados de mes, nos marchamos expectantes a casa dispuestos a confinarnos para volver pronto a nuestro querido Legoratorio y continuar preparando los desafíos que necesitaban los tableros de juego. El equipo se llevó todo lo que se podía continuar trabajando desde casa y, sin aún saberlo, comenzaba el largo recorrido por las videollamadas y el desarrollo de Carli, para intentar solucionar los problemas con el teletrabajo que todos estábamos viviendo en primera persona. Las videollamadas se sucedieron durante el resto de marzo, abril y mayo. Nos acostumbramos a esta forma de trabajar e incluso pudimos realizar algún Escape Room virtual que no fue nada mal. La cuestión era mantenernos en contacto y continuar el espíritu del equipo, aunque fuera en la distancia. Y no puedo sino decir que los chicos y chicas de este equipo son geniales ya que, entre todos, conseguimos la resiliencia suficiente para aguantar relativamente bien el largo confinamiento. Entre tanto, el sumo robótico se cayó de la lista de actividades... Y llegó junio, la desescalada y... ¡los entrenamientos al más puro estilo Silicon Valley! Solo fueron dos días, pero el volvernos a ver las caras y poder estar juntos supuso una bocanada de aire fresco para todos. Eso sí, manteniendo bien las medidas de seguridad. Dejando todo listo para Tecnociencia, que esta vez fue una feria online, nos marchamos de vacaciones con la esperanza de poder empezar a entrenar en septiembre en el Legoratorio. La WRO seguía en marcha y nuevos proyectos científicos se asomaban en el horizonte: Innova I+D+i y el Certamen de los Jóvenes Investigadores. También dimos la bienvenida a los nuevos miembros del equipo, que bautizamos como "los pequeños", y a la nueva equipación. Bien descansados tras el verano, volvimos a la actividad online en septiembre. Sí, online. Aunque las clases presenciales comenzaban en el colegio, las dudas sobre cómo gestionar todo nos hicieron continuar con ese método de trabajo que ya conocíamos, más seguro por el momento. Por ese motivo, tuvimos que darnos de baja en el reto Regular de la WRO pero continuamos con el desarrollo de Carli para el reto Open desde casa. ¡Sí podríamos decir que Carli iba a ser un robot asistente para el teletrabajo hecho enteramente teletrabajando! Los pequeños comenzaron a preparar sus retos también online: ECOInnovación Educativa en septiembre y Cazadores de Mitos en noviembre. Aunque no han podido disfrutar de los entrenamientos presenciales todavía, poco a poco se van conjuntando como equipo, todo lo que permite una videollamada, a través de las meriendas y los juegos de valores. ¡Ah, y también a través del descubrimiento de 2020, el Among Us! Y los mayores comenzaron a preparar Innova I+D+i y los Jóvenes Investigadores. Además de recibir su reconocimiento en Consumópolis15 y ensayar la presentación de defensa de Carli. El 7 de noviembre iba a ser la fecha definitiva pero, nuevamente, la pandemia iba a hacer de las suyas y tuvo que posponerse hasta el 19 de diciembre. Ese día sí, Maitane, Aitana y Raúl defendieron online ante los jueces el trabajo realizado por ellos y Laura, Pablo, Patricia y Leire y, sin imaginarlo, recibieron el Primer Premio en la categoría Open Junior. Primera participación en la WRO y galardón inesperado. Y lo más importante, nuevos aprendizajes y experiencia en el proceso para todos, incluidos los entrenadores. Y en 2021, ¿qué? Esperanzados en que la vacuna desarrollada funcione para poder volver pronto al Legoratorio y con muchos proyectos científicos ya iniciados que irán tomando forma y sus protagonistas os irán contando en este blog: memorias científicas, vídeos, aplicaciones, robótica, etc., seguirán presentes en nuestro día. La vuelta está cada vez más cerca y mientras seguiremos juntos, siendo UNO! ¡Feliz 2021! Javier Elizalde Memoria 2020: Proyectos desarrollados:
Reconocimientos 2020:
Horas de entrenamiento de cada miembro del equipo:
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