Los premios del XXXIV Certamen de Jóvenes Investigadores son el equivalente a los premios Princesa de Asturias, pero a escala escolar, es decir, son los premios de mayor categoría nacional para estudiantes de Secundaria y Bachillerato, siendo convocados por el Instituto de la Juventud (INJUVE) y el Ministerio de Universidades. Este Certamen busca despertar vocaciones científicas en las etapas preuniversitarias y enfrenta a los estudiantes al reto de buscar una cuestión en su entorno más próximo cuya explicación desconozcan, documentarse sobre ella y proponer y demostrar a través del método científico una solución para la misma. Un desafío que exige curiosidad, imaginación y trabajar en equipo. Otros valores que el Certamen pretende fomentar son el espíritu investigador, la ciudadanía activa, la educación inclusiva, la innovación, la creatividad y la igualdad de sexos. En esta edición, el Jurado seleccionó 40 trabajos como finalistas de las cinco áreas de conocimiento del Certamen: Ciencias Físicas, Químicas y Matemáticas; Artes y Humanidades; Tecnología e Ingenierías; Ciencias Sociales y Jurídicas; y Ciencias de la Tierra y de la Vida, categoría en la que estaba inscrito el trabajo de Marta y Pablo. Los trabajos debían ser investigaciones básicas, aplicadas o de frontera, o prototipos, relacionados con cualquiera de las áreas del currículo de Enseñanza Secundaria, Bachillerato o Formación Profesional; y deben ser originales e inéditos, constituyendo una investigación completa en sí misma. En esta edición, el Certamen de Jóvenes Investigadores ha tenido tres fases:
Tras estas etapas, se conoció el fallo final del Jurado en el que se adjudicaron los premios de Certamen: un Premio Especial de 5.000 €; siete Primeros Premios, de 4.000 € cada uno; diez Segundos Premios, de 3.000 €, diez Terceros Premios, de 2.000 €; diez accésit, de 1.000 €; el Premio Especial de la Universidad de Málaga, de 3.000 €, y el Premio de la Fundación Vencer el Cáncer, de 1.000 €. Además de estos premios en metálico, se entregaron ocho estancias en centros de investigación; tres estancias especiales dotadas por la Sociedad Científica Informática de España y la Conferencia de Decanos y Directores de Ingeniería Informática de España, por la Real Sociedad Española de Física y por la Real Sociedad Española de Química; y se propusieron los tres trabajos que asistirán al Certamen Europeo de Jóvenes Investigadores, organizado por la Comisión Europea. La experiencia vivida en este Certamen por los tres integrantes del equipo, Marta Fernández, Pablo Poveda y su tutor, Javier Elizalde, ha sido muy satisfactoria y solo pueden agradecer a todas las personas implicadas en la realización del mismo su trabajo y buen hacer durante las jornadas que han vivido.
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